Un hombre que tenía un espíritu inmundo

Lucas 4

31. Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.

32. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.

33. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,

34. diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.

35. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.

36. Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?

37. Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.